El recién nombrado “Químico Notable del Año 2022” por la facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala –Usac-, señala que su pasión por las ciencias, se inició en un proceso de intercambio estudiantil en los Estados Unidos.
“Fui estudiante de intercambio en el año 1978 en Minnesota, EEUU, en ese año recibí 2 cursos sumamente apasionantes, con catedráticos excepcionales en mi último año de High School; biología y química. A mi regreso, decidí ingresar a la facultad y formarme junto a un grupo de compañeros, todos talentosos y brillantes”.
Fotografiar cromosomas y liderar la asociación de estudiantes en una época convulsa, formó su espíritu de investigador y sus primeros pasos como profesional los realizó en el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP) como encargado de laboratorio durante seis años.
“En 1992, tengo la oportunidad de integrarme al equipo de profesionales de Planta San Miguel. Creo que no pude haber sido y seguir siendo tan afortunado de ese evento. Para mí, fueron los años dorados de trabajo. Los aprendizajes y vivencias han sido una bendición total” señala.
En esa época, ingresó como Superintendente de Control de Calidad, para luego incorporarse a Gestión de Sistemas de Calidad y Ambiente y ahora desde el Centro de Investigación y Desarrollo (CID) bajo el Centro de Excelencia Técnica (CET).
Para Luis, la cultura Progreso es uno de los principales elementos que rigen su vida profesional y personal. Está mística la lleva a todos lados y comparte los valores de la compañía en cualquier espacio a donde interactúa.
“Todo lo que hacemos, hay que hacerlo bien, ya que forma parte de un aporte superior, para construir el país donde quiero vivir, con mis hijos y mis nietos. Esa visión es la que me motiva en lo que hago y es un motor también para hacer cosas nuevas y diferentes ¡Me considero el hombre más afortunado del Mundo!”, señala.
Granito de Arena